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Autismo

¿Qué es el autismo?

El autismo forma parte del grupo de los trastornos del neurodesarrollo. Se trata de una condición en que la persona, presenta características particulares en aspectos de comunicación e interacción social, presenta patrones de comportamiento repetitivo y restringido, además de reacciones sensoriales a algunos elementos del entorno.

En la niñez, pueden mostrar poco interés social, un juego más repetitivo, interés inusual e intenso por ciertos objetos o temáticas, que se repiten con frecuencia. Hay niños con autismo que tardan bastante en hablar o no llegan a hacerlo, otros que pueden tener un lenguaje muy amplio y sofisticado. Cada niño con autismo será diferente. También pueden tener alteraciones sensoriales con algunos sonidos, evitar o preferir ciertas texturas, sabores u olores en alimentos, ser hipersensibles al tacto, evitar o producir ciertos movimientos, etc.

En la pubertad y adolescencia, pueden tener más consciencia de sus diferencias. Les costará la integración al grupo, pueden preferir estar solos puesto que a veces no les interesa el tema de conversación de sus compañeros, o también desearán integrarse pero no sabrán cómo hacerlo. Pueden ser susceptibles de burlas, acoso o agresión, por lo que es importante información al respecto y continuar con su apoyo terapéutico en otras áreas, como las habilidades sociales y aspectos emocionales.

En la adultez, puede costarles el tránsito en la vida universitaria, entablar una relación de pareja, lograr o mantener un trabajo. La forma en cómo lo afronten, dependerá en cierta medida en las habilidades previas, del apoyo recibido desde la niñez y las habilidades cognitivas que tengan o se ayude a desarrollar para identificar soluciones, estrategias y otros.

 

Comprender para intervenir.

Conocer sus manifestaciones según cada etapa y habilidades, permite una adecuada intervención y comprensión. Serendipia recoge varias propuestas que tienen evidencia científica en sus resultados, que están siendo recomendados actualmente y se ha corroborado un beneficio en las personas con autismo y en sus familias en varios aspectos. Apostamos por un enfoque Multimétodo, tratando de tomar cada aporte y ajustarnos a las necesidades de cada persona.

Estos métodos y modelos son:

  • Método TEACCH
  • Apoyo conductual positivo
  • Modelo Denver
  • Enseñanza incidental
  • PRT (Pivotal Response Training)
  • SCERTS
  • Sistema de Comunicación Bensor y Schaeffer (Comunicación total)
  • Método Hannen.
  • Planificación centrada en la persona
  • Enfoque de calidad de vida

 

Recogemos directrices importantes de este grupo de propuestas y modelos de intervención:

 

  1. La individualización y centrarse en la persona. Nuestra intervención ha estado siempre concebida como un trabajo por y para la persona con autismo y su familia, por lo que cada terapeuta identifica objetivos de desarrollo que se trabaja de manera procesual y que responde a las necesidades, toma en cuenta lo que aporta bienestar y calidad de vida. Asimismo, la heterogeneidad en el autismo, hace necesario un plan de intervención individualizado, flexible y consensuado.
  2. La estructuración. Las personas necesitamos saber qué va a pasar, a dónde vamos, qué se hará, qué se espera de nosotros en alguna situación. Favorecer un entorno predecible, anticipable, ayuda a las personas con autismo a comprender lo que sucede alrededor, regular su conducta y son oportunidades para desarrollar y ejercitar habilidades, por lo que presentar u organizar su entorno de forma estructurada le ayuda a desenvolverse mejor.
  3. Uso de apoyos visuales. Los apoyos visuales ayudan a la persona a comprender lo que sucede alrededor, provee información clara, precisa y permanente. Dependiendo su uso, puede ayudar también a la expresión.
  4. Implicar a la familia o cuidadores principales. Cada padre o madre, incluso miembros de la familia extendida ingresan a nuestras sesiones de terapia. Comentan las dificultades, las conductas que les preocupa, lo que han intentado hacer y no ha funcionado. Nuestra intervención se la realiza junto a los padres, primero para la comprensión y el análisis de lo que sucede, y segundo para que, a medida que se interviene, se inicie un proceso de formación con ellos. Nos interesa que los padres sepan cómo actuar con sus hijos, que tengan herramientas y las utilicen, así como que desarrollen habilidades de intervención.
  5. Apoyos constantes, intensivos y extensivos. Se trata de intervenir en todos los contextos. De ahí que los padres se forman de manera constante y gradual junto al avance sus hijos y replican estas acciones en situaciones diarias que favorecen la generalización de los aprendizajes.
  6. Funcionalidad de los aprendizajes. Muchas acciones en nuestra vida tienen alguna función, es importante comprender la función de algunas conductas en el autismo, para ayudar a comunicar de manera funcional, obtener lo que se desea, rechazar, pedir, etc. Las actividades deben tener un sentido y una finalidad clara, que mejore las habilidades de comunicación e interacción de acuerdo a las posibilidades de cada persona y según sus avances.
  7. Apoyo conductual. Comprender la conducta no solo de quien lo manifiesta, sino también del contexto, sustenta nuestra intervención. Ayuda a los padres a verse a sí mismo, replantearse algunas formas y a desarrollar estrategias para este manejo, sea en sus hijos o en ellos mismos. Usamos algunos principios de análisis funcional de la conducta.
  8. Crear situaciones de comunicación e interacción. Concebimos nuestra interacción como oportunidades para crear situaciones de comunicación, interacción y juego compartido. La sorpresa, las acciones repetidas, las canciones, etc, pueden ayudar a desarrollar habilidades tanto en los niños como en los adultos.
  9. Aprendizaje y desarrollo cognitivo. El niño mientras más descubre, experimenta y se permite diversas formas de jugar, desarrolla mayores habilidades de análisis, atención, comprensión, percepción, razonamiento, plantearse hipótesis y mejorar las funciones básicas del aprendizaje y de razonamiento ejecutivo que le permiten enfrentarse con herramientas cognitivas a diversas situaciones.
  10. Intervención gradual y coordinación. Aspecto muy característico de Serendipia, lo hemos ido desarrollando al tener un equipo de terapeutas que responden a todas las necesidades según los grados de severidad y apoyos que se requieren en el autismo. Así cada niño que viene recibirá el apoyo con terapeutas con alto grado de conocimiento para cada nivel de necesidad de apoyo. De forma gradual y coordinada, el niño accede a otras terapias que respondan a sus nuevas necesidades, con un nivel mayor de exigencia. Por ejemplo, iniciar con aspectos de comunicación (muy general) y conducta, para más adelante tener apoyo fonoaudiológico o pasar con el grupo de habilidades sociales para trabajar charla y conversación u otros. Toda nuestra intervención es gradual y coordinada por el equipo.

 

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